22 marzo 2006

Pagando la entrada... los mil y un secretos del cine



Hace mucho tiempo vagaba en mi cabeza la idea de crear un blog con la idea central de una de mis pasiones... el cine. Después de analizar para qué cresta escribiría cosas que nadie leería decidí que, de alguna u otra forma, serviría para descargarme un poco en mis ratos de ocio.

Existen miles de razones por las que una persona concurre a la sala de cine. Disfrutar el placer de ver una buena película, pasar un momento de relajo, hacerse el lindo con una nueva conquista, salir con la polola, etcétera. Esto complementado con la extraña sensación de intenta comer las resbaladizas cabritas, que en mi caso podría decir que termino comiendo solo un cuarto del paquete real, lo demás se extiende de forma grosera por el pasillo. También se agrega el placer de posar el trasero en unos cómodos asientos y ver en pantalla gigante y sonido envolvente algo que “esperamos” nos entretenga.

Pero la verdad es que vivimos en una especie de Matrix. Ya que la mayoría desconoce el lado oscuro de la fuerza, o mejor dicho, lo que se esconde detrás de las pasarelas del hollywood criollo.

(Si les encantan las cabritas no lean lo siguiente)

Esos ricos pedacitos azucarados de maíz inflado pueden crujir de manera espectacular al triturarlos con nuestros dientes y saben mejor cuando están en una temperatura tibia. Sin embargo no se emocionen. Si pensaban en el mítico carrito de la esquina haciendo cabritas en el momento para comer, no sueñen, esas mismas palomitas de maíz del cine permanecen por días, incluso semanas, incluso meses en el mismo lugar. Lo único que hace la maquinita es mantenerlas en un calor que nos de la sensación de “recien horneadas”.

No pretendo asustarlos. Si… son asquerosas, pero aún así, siguen siendo exquisitas y si nos ponemos a pensar, son mucho más sanas que las cosas que comemos hoy en día :D

Es la primera revelación que les contaré, pero prometo darles algunos datos freaks de los que me he enterado y me voy enterando en mi humilde trabajo en un cine capitalino.